Celia
Estuvimos en Agios Nikolaos el verano pasado. Naturalmente, habíamos oído hablar de la fortaleza veneciana de Spinalonga y habíamos decidido incluirla en nuestro itinerario. Pasamos un día maravilloso en Plaka, donde nadamos en las aguas cristalinas de la pequeña playa justo enfrente de enfrenta la isla, comimos pescado y mariscos y dimos un paseo por las tiendas. Nos sugirieron que fuéramos más arriba al pueblo de Vrouchas para disfrutar de las vistas panorámicas. ¡Nos quedamos realmente boquiabiertos!
Volviendo a Agios Nikolaos, tomamos un desvío por Elounda, que nos llevó a las antiguas salinas, un área donde en tiempos pasados se cosechaba sal marina. Obviamente, este ya no es el caso, pero el paseo por la estrecha franja de tierra rodeada por el mar, especialmente al anochecer, es fantástico. Caminando por la costa descubrimos un camino que, al buscar por la Red, descubrimos que conducía a una hermosa playa, llamada Kolokytha, donde decidimos ir al día siguiente. Buscamos otros lugares para explorar a pie e ir a nadar y nos informaron de las impresionantes vistas desde Oxa, un lugar de interés arqueológico. Oxa está a tan solo 3 kilómetros y, a pesar del calor, finalmente fuimos recompensados, ya que la vista desde la cima es realmente panorámica.
¡Luego fuimos inmediatamente a darnos un chapuzón para refrescarnos! La playa de arena de Kolokytha es maravillosa, con sus plácidas aguas con vistas a Glaronissi, pero a lo largo del camino hay otra pequeña playa de rocas llanas, llamada Dianiskari. Es una playa relativamente remota, así que nos bañamos tranquilamente disfrutando de la vistas a la bahía de Elounda y a algunos de los lujosos hoteles de la zona.
Emocionados por la excursión a Oxa, decidimos, mientras estábamos en la playa, seguir al día siguiente otra ruta que comienza desde el parque eólico y la hermosa iglesia de Agios Ioannis y conduce a un viejo faro abandonado. Nos llevó más tiempo del que habíamos calculado, pero afortunadamente habíamos traído bastante agua y nos habíamos ido temprano por la mañana. Estar tan cerca de los aerogeneradores es alucinante y te hace pensar en el poder de la naturaleza. El descenso es igualmente interesante y la vista es fantástica, pero el faro era realmente impresionante y nos quedamos mucho tiempo contemplándolo.
